Fotos Esteban Yerovi
Comúnmente conocida como «Mariposa Chasqueadora». Se distribuye ampliamente en regiones tropicales y subtropicales de América, desde México hasta la Amazonía en Brasil y el norte de Argentina. Esta mariposa se distingue por sus colores y patrones de camuflaje, así como por sus comportamientos peculiares.
La Hamadryas feronia presenta un color de fondo marrón grisáceo con patrones de puntos y líneas negras y blancas en sus alas, lo cual le permite mezclarse con la corteza de los árboles y camuflarse de sus depredadores. Su tamaño es relativamente grande, con una envergadura que oscila entre los 7 y 8 centímetros. Las hembras suelen ser más grandes que los machos, aunque ambos sexos muestran patrones de colores similares.
Comportamiento
Una de las conductas más interesantes de la Hamadryas feronia es su capacidad para producir un sonido peculiar conocido como «clic». Este sonido es generado al golpear sus alas y se cree que cumple una función en la comunicación entre individuos, en especial durante la competencia por territorio entre los machos. Este comportamiento de «clic» es característico de varias especies dentro del género Hamadryas, pero es especialmente notable en la Hamadryas feronia.
Alimentación
Los adultos de esta especie se alimentan principalmente de jugos de frutas en descomposición, savia de árboles y otros líquidos ricos en nutrientes, en lugar de néctar de flores, como muchas otras mariposas. Las larvas o orugas de la Hamadryas feronia, por su parte, se alimentan de plantas hospederas específicas, como las especies de la familia Euphorbiaceae.
Ciclo de vida
El ciclo de vida de la Hamadryas feronia incluye cuatro etapas: huevo, larva (oruga), pupa (crisálida) y adulto. Las hembras depositan sus huevos en las hojas de plantas hospedantes, donde las orugas se alimentan hasta alcanzar el tamaño adecuado para pupar. El proceso de metamorfosis en la pupa dura varias semanas, después de las cuales emerge el adulto.
Conservación
Actualmente, la Hamadryas feronia no se considera una especie en peligro de extinción, gracias a su amplia distribución y capacidad de adaptación a diferentes tipos de hábitats. Sin embargo, la pérdida de bosques secos y el cambio climático pueden representar amenazas futuras para sus poblaciones.