Fotografía. Esteban Yerovi
Su nombre es por color verde azulado de sus aguas. Una de las principales muestras de que estos riachuelos que forman las cascadas aún mantiene sus aguas limpias y sin mayor contaminación, es que aquí se forman albercas naturales, que te permiten nadar y al mismo tiempo observar las diferentes especies de peces que aquí habitan.
Son dos caídas de agua que se forman por riachuelos que recorren el lugar. Se encuentra en la Vía Calacalí-La Independencia en el kilómetro 122, en el Recinto 10 de Agosto, a 8 minutos de la cabecera cantonal.
Si vas de Quito a Esmeraldas las encontrarás a tan solo dos o tres minutos de Pedro Vicente Maldonado vía a Puerto Quito.
A menos de diez minutos de caminata se encuentra la primera cascada, de aproximadamente 2 o 3 metros de altura. Este es el lugar ideal para niños pequeños y adultos mayores que no puedan realizar una caminata muy forzada.
Si lo que deseas es hacer una caminata y trecking un poco más fuerte, también estás en el lugar adecuado. Después de 25 o 30 minutos más, encontrarás la cascada principal, la más grande, esta tiene una altura de 5 o 6 metros aproximadamente, es conveniente tener cuidado al acercarse a ella, principalmente en época de lluvias, ya que la caída y fuerza del agua podría traicionarte y dificultar tu salida.
También es importante llevar zapatos adecuados para trecking, que no sean resbalosos y que no tengan sus suelas gastadas. Además, te recomendamos tomar una rama o un palo de los que encontrarás en el camino para utilizarlo como bastón, y así ayudar tu caminata, principalmente en las zonas fangosas. No olvides llevar repelente, agua para hidratarte y fruta que te recarará de energía y te derá fuerzas principalmente para el regreso.
Disfruta de este maravilloso lugar. Aquí encontrarás cientos de especies de aves y de insectos endémicos, que necesitan de nuestro cuidado y nuestro respeto. También es el lugar ideal para practicar fotografía, video o lectura.
Por favor llévate tu basura, no nos dejes tus colillas de cigarrillos, tampoco botellas, fundas plásticas, ni ningún otro desperdicio que atente contra la biodiversidad.
Al terminar podrás disfrutar del delicioso y saludable jugo de caña helado, extraído de manera ancestral en el trapiche de la familia que cuida y mantiene el lugar en perfectas condiciones para que podamos visitarlo.